La Internet como se la conoce hoy está de aniversario. Es que gracias a las WWW (World Wide Web) todo en el mundo virtual comenzó a funcionar. Cuando Estados Unidos decidió que se blanqueara su existencia, el mundo comenzó a utilizar esta herramienta que hoy nos parece común tener nuestra computadora conectada a la Internet en el trabajo, en nuestro hogar y en cualquier café de las grandes metrópolis que anuncia que tiene wi fi para ser usada con tu laptop o notebook.
Hay registros que dicen que en Estados Unidos desarrollaron la Internet como un código o codificación secreto para ser usado por el Ejército norteamericano a manera de usarlo en supuestas guerras o batallas a librar por grupos de tareas en el extranjero. Es decir, que dentro de ese contexto, la web tiene más de 20 años.
En nuestro país, los organismos de investigación y las universidades fueron los primeros en gozar del privilegio del uso de la web para poder comunicarse con el exterior, con el mundo.
En 1995 se sabía que existía Internet, pero el acceso era reducido en Argentina. Lo mismo ocurrió en el 96, 97 y 98.
En 1999 ya habían algunos cibercafés - instalados en las ciudades más pobladas de la Argentina - que cobraban en ese momento entre $10 y 12 pesos la hora. Era muy común juntarse entre varios amigos o compañeros de estudio y acudir a estos lugares públicos para poder compartir una computadora que "se alquilaba" por una hora o media hora, según estipulara las necesidades de cada integrante del equipo.
Ese mismo año, recuerdo había un servicio habilitado en una sala del Cabildo histórico de Córdoba que dependía de la Municipalidad de la ciudad y que era preferentemente para estudiantes. El precio era de $ 4 (la hora) y había que ir en la madrugada a hacer fila para tener un turno en un computadora, antes del mediodia.
A medida que aparecieron tímidamente los locutorios con una o dos computadoras conectadas a Internet, el precio empezó a regularse. La misma competencia y la habilitación de más lugares con computadoras conectadas ayudaron a que el importe bajara.
Ese mismo año, ya se estaban haciendo fiestas "pseudoclandestinas" de gente adepta a la web. Los cibernautas...
Un sábado de algún mes de invierno de 1999 fuimos con una amiga a un pub para ver que pasaba y nos encontramos con una fiesta de siete "cibernautas". No entendíamos nada...aunque con sus aspectos, parecían "bichos raros". Ellos estaban caminando por la senda de la tecnología y nosotros nos estábamos aproximando.
En el 2000 fue el furor: con mi computadora nueva, mediante cuentas gratuitas ya comencé a navegar desde mi casa e iba muy poco al ciber. Pero como todo empezó a ir demasiado rápido, volví al cyber. Se pagaban ya 4 pesos, la hora y la conexión era rápida...para ese tiempo.
Ese mismo año, empezamos con un compañero de la facultad de comunicación a desarrollar tres sitios web que tuvieron muchas visitas porque promocionábamos bandas de rock under, cobertura de recitales, notas relacionadas con la cultura; y gracias a la página fui una de los pocos periodistas acreditados para cubrir el primer Cosquín Rock en las sierras cordobesas.
Parecía mentira. Creo que en ese momento nos dieron prioridad porque la página era conocida en el ámbito local, recibía muchas visitas y era una irrupción en relación a la manera de informar tradicional (el diario, la revista o la radio).
Para nosotros, fue todo un logro que estudiantes universitarios, si bien yo ya poseía título de periodista y podía ejercer -, pudiéramos hacer la página y además seguir cursando estudios. Fue más bien el hecho de desafiarnos a nosotros mismos de saber si podíamos y pudimos. En el 2001, con la crisis política- económica local, se fue casi todo al carajo.
Resistimos, pero los anunciantes se bajaban porque la situación había empeorado en el 2002. Se hizo todo imposible y al poco tiempo, rompimos nuestra sociedad.
Gracias a Tim Berners - Lee, un científico inglés que las inventó a las WWW y que se pusieron en práctica en 1989, hoy en el 2009, prescindimos que colocar previamente la "http//". Berners- Lee inventó esta codificación con el sólo propósito de que los científicos se conectaran entre sí. Es decir que se buscaba que fuera para una élite. Pero el sistema fue perfecto en su desarrollo y esto hizo que se popularizara.
Hoy, a los chicos sub 20, se les hace imposible pensar que antes escribíamos cartas en vez de mails; que había que esperar que llegue la carta a destino y encima contar los días para que fuera contestada y enviada. En ese momento, estudiábamos de textos escolares y de fotocopias de textos originales de manera conciensuda y que íbamos a la bilioteca del colegio o del barrio para sacar libros prestados. Ahora, los chicos buscan en el web 2.0 para resolver preguntas de matemática, lengua o sociales. "Postean" preguntas en Yahoo Preguntas para que otros con más sapiencia y acierto les digan que poner o no en el renglón donde va la respuesta. ¿Hasta ese punto llegaron los chicos que se supone deben adquirir el conocimiento a través de los libros y de la investigación propia?
No es mi intención que se origine un debate, si no que los adultos padres de esos niños adictos a la web regulen el uso y los contenidos consumidos por ellos.
Esa flojera explica sus bajos niveles de rendimiento tanto en lectura y en escritura en el colegio, mientras no se preocupan por mejorar y superar los agujeros negros del desconocimiento. Pecan de confiados poniendo cualquier cosa que se les postea como respuesta probable sin chequear la veracidad. Esa es la desventaja con la que corre el que no cuestiona nada y no se cuestiona nada.
Hay fenómenos relacionados con la web como los floggers, los bloggers. Hoy todos queremos tener un perfil en Facebook o en Hotnail Live. ¿Eso, acaso, te hace más popular? A mi no me da esa certeza. No nos olvidemos que conviene que nosotros manejemos la web y no que esta nos domine. Todavía leer libros constituye un placer único, un ritual y un transportarse hacia otros lugares que tal vez resulten imposibles de conocer en la vida.
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