viernes, 5 de marzo de 2010

El eterno erase rewind de Cristina


En la conferencia de prensa en cadena nacional de ayer, a las que nos tiene bastante acostumbrados la presidente Cristina Fernández de Kirchner, se despachó con frases poco felices hacia sus opositores imaginarios y enemigos que usan la espada para defenderse de sus palabras y poder derribarlas antes que la presidenta las gaste mucho.

Usó el atril del Salón de la Mujer de la Casa Rosada para bajar linea a los jueces y a la graciosa oposición. Es que Cristina pretende adoctrinar. Lo que a la presidenta se le olvida es que no debe estar permanentemente en situación de figura carismática que baja linea. La presidenta entra en el juego eterno del erase y el rewind ( borrar y rebobinar).

En esta semana Hillary Clinton (secretaria de Estado de EE.UU) estuvo de visita en el país. Hillary es la ídola máxima de Cristina. Encima la pobre Hillary hizo mucho gesto hacia el gobierno diciéndole a Cristina algunas mentirillas que ella debe haber atesorado en un dvd grabado y que reproduce varias horas al día para auto convencerse de que ella es una mandataria digna de tener una aprobación de más del 30 por ciento que debe medir en las encuestas.

La secretaria de Estado del gobierno de Obama alabó el crecimiento del PBI del país (cifra que creció como nunca en el gobierno de Néstor, pero que desapareció en menos de lo que dura un suspiro). Fue un guiño importante hacia el gobierno cuando Hillary dijo que "mediarán entre Argentina y el Reino Unido".

Cristina tuvo su bocanada de aire fresco que la envalentonó para enfrentarse dos días después -ella desde el atril- con la Justicia y la figurada o desfigurada oposición. Desafió una y otra vez.
Su discurso es razonable: pagar compromisos de la deuda pautados para este año. Ella quiere usar las reservas del Banco Central. Pagar las deudas es una obligación. Pero, ¿quién nos garantiza que la Presidenta y su marido cumplan con tal cometido?

Sabemos que la razonabilidad en el matrimonio presidencial es escasa. Que Cristina es abogada pero que no piensa como una mujer de derecho. Prueba de ello fue la cantidad de veces que envió decreto tras decreto para destituir al ex Presidente del Banco Central, Martín Redrado. Eso fue prueba de que desconocen la ley en la Casa de gobierno. No sólo ella, sus asesores también. Néstor menos puede saber de la ley. Siempre fue un alumno mediocre en la facultad de Derecho de la Universidad de La Plata, según lo explicita el libro "El Dueño" de Luis Majul.

Cristina se desgasta día a día enfrentándose a si misma, a los demás, al país y al pueblo que ya poco la tolera cuando desde el atril se pelea con los rivales imaginarios. Parece una mujer caprichosa que hostiga a todo aquel que le dice que no, que no se puede o que sus propuestas no están dentro de la legalidad.

Ayer emitió frases poco afortunadas: "parejas del poder", "yo voy a pagar", "voy a pagar pese a los impedimentos de la oposición", "hay un intento de desestabilización del gobierno".

Este no parece el discurso de la primera mandataria de un país. Se parece más al discurso de una mujer que habla sola o que la habla a su enemigo. Cristina construye a su enemigo imaginario que es ella misma. Una enemiga de la ciudadanía, de la cordura, del respeto a la división de poderes, del pueblo y porqué no de su propio gobierno.

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