Elmer Mendoza es un escritor mexicano que es conocido en su país, pero en estos días adquirió mayor relevancia porque dijo en una entrevista al diario El País de España que "El presidente Calderón no ganará jamás la guerra al narcotráfico".
Mendoza dijo que el gobierno mexicano politizó el asunto del tráfico de drogas. El País afirma que en México se perdieron 25 mil vidas a manos del narcotráfico. En el reportaje afirmó también que el gobierno es en parte responsable de que el narcotráfico use a niños y les quite la inocencia de un día para el otro porque hay una alta tasa de deserción escolar en poblados pequeños en los que los niños no tienen grandes expectativas de futuro.
El escritor que nació en Culiacán, estado de Sinaloa vive en una de las zonas más conflictivas de México por considerarse que es manejada por los narcotraficantes. Algunos detractores han dicho que Mendoza "negocia" hacerlos aparecer en sus libros a cambio de que no lo molesten.
El escritor publicó "Un asesino solitario", "El amante de Janis Joplin" y "Balas de plata". En esas novelas da giros a su escritura en la que inevitablemente relaciona a sus personajes ficticios con la vida del narcotráfico.
Mendoza no temió en inculpar al presidente de México. Además aclaró que a los tres últimos presidentes de México les preguntó públicamente si sus campañas políticas habían sido financiadas por el narcotráfico. El escritor dijo que los ex mandatarios nunca lo afirmaron pero tampoco lo negaron.
Hecho en Argentina. El periodista Pablo Alarcón hace poco presentó "Si querés, quereme transa". Una novela que tiene ribetes también relacionados con el tráfico de drogas al por menor y en Argentina. Alarcón ya tenía antecedentes en relatar la delincuencia. En su libro "Cuando me muera quiero que me toquen cumbia" decodifica las aventuras de Manuel "El Fuerte" Vital, un delincuente que con su muerte se convirtió en mito. Un adolescente marginal al que los otros ladrones van a su tumba a encomendársele hasta hoy.
Cocaína en el Plata. El miércoles pasado se incautaron 1200 kilogramos de cocaina en un depósito de muebles en la localidad bonaerense de Avellaneda. La droga estaba escondida en muebles que viajarían con destino final a España en tres etapas. El cargamento estaba identificada con un sello que según los investigadores podría atribuírselo a las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
El juez federal en lo penal y económico Jorge Brugo en declaraciones a los medios de comunicación dijo que: "Nunca se vio tanta droga". El operativo se realizó hace 15 días atrás, sólo que el miércoles último fue difundido el hecho al periodismo.
En nuestro país ya han habido hechos delictivos vinculados con carteles del narcotráfico extranjeros. Argentina ya no es más un país de tránsito sino que está diversificándose hacia la producción. El caso del shopping Unicenter y una muerte extraña ocurrida en el barrio de Palermo en julio de 2008 son casos que aún no se esclarecieron en la justicia argentina. Si sumamos el caso de Angie Sanclamente Valencia con pedido de captura internacional. La modelo y ex esposa de un narcotraficante colombiano estaba oculta en un hostel palermitano sin querer despertar una pista de su residencia en Buenos Aires.
¿Solución? Quizás el ministro de Justicia Julio César Alak debería delinear un programa o pedir asesoramiento a países expertos que están tratando de combatir el narcotráfico, ya que nuestras fronteras son tan permeables para que ingresen personas de otras nacionalidades con pedido de captura por estar vinculados con el tráfico de drogas. El juez afectado a los operativos de decomisación Jorge Brugo señaló que faltan más radares para poder detectar la droga ilegal que ingresa al país. Un pedido de atención.
Después de todo, en la posmodernidad, los individuos hemos naturalizado tantas cosas como la tortura, el asesinato, lo único que falta es que pidamos que el narcotráfico cotice en la Bolsa.
El País. com.
