martes, 27 de octubre de 2009

Que en paz descanse el murciélago

Como ya les adelanté la semana pasada fui visitada por un murciélago que se inmiscuyó en mi hogar sin mi permiso.

En días previos a la tan mentada fiesta de Halloween (festejada en un principio exclusivamente por los yankis y ahora la fiestita se globalizó) el murciélago se resignó a aparecer después de dos días de pertrecharse en mi Hause (auf Deutsch).

Después de una jornada laboral intensa llegué a mi casa y al encender la luz apareció el batianimal. Mi grito no se hizo esperar. Tal fue mi desesperación y nerviosismo que el animal comenzó a volar en círculos en el living. Inmediatamente cerré la puerta del departamento, tomé el ascensor y salí a la calle en busca de ayuda. Un policía que hacía guardia a una cuadra de mi casa hubiese sido perfecto, pero como desconfío de los policías entonces pude avisar a mi novio que estaba aún esperando el colectivo.

Al regreso tuvimos que poner en marcha el operativo de encontrar al murciélago porque necesitaba dormir en mi casa esa noche. Le dimos la opción de que si aparecía por el living saliera por la puerta, pero como el mamífero se escondió tan bien que no nos dejó otra opción: encontrarlo hasta exterminarlo.

Lo encontré. Emití un grito de susto más que todo por lo feos que son y cómo se cuelgan de las cosas. El murciélago ni se inmutó.
Finalmente el animal fue capturado y condenado por haberse revelado en casa ajena.

Acá les dejo un videito que me recuerda a la situación salvando las diferencias de tamaño, no?

La gente se asusta!



Fuente: You Tube.com





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